Si no nos centramos en los elementos religiosos y dejamos de lado a Santa Claus o Papá Noel, los renos constituyen uno de los principales símbolos de la época navideña. Estos animales mágicos pueden volar y arrastran el trineo que lleva a Santa Claus por todo el mundo mientras reparte los regalos. Aprender a hacer un reno de Navidad, pues, es una buena idea por estos días.
Con palos de paleta o helado de agua, puedes crear tu propio reno navideño. Necesitarás también cartulina de tres colores (marrón, naranja y roja), ojos movibles, rotulador, pegamento y un pincel.
Primero recorta un rectángulo en la cartulina marrón. Tiene que ser un poco más alto que los palos de helado y un poco más ancho que seis palos juntos. Hecho esto, aplica el pegamento (puedes usar cola vinílica) sobre la cartulina con el pincel y después pega los seis palos. Finalmente corta el excedente de cartulina para que sólo sean visibles los palitos que has pegado.
En la cartulina marrón también deberás dibujar y cortar las astas de los renos: dos serán suficientes. La cartulina roja, por su parte, te permitirá recortar la nariz, mientras que la naranja es apropiada para las orejas.
Cuando ya tengas todos los elementos dibujados y cortados, pégalos sobre los palos de paleta para armar el rostro del reno. También debes pegar los ojos movibles. Finalmente, con un rotulador, dibújale una sonrisa al reno y añade otros detalles.
Si agregas un pequeño lazo o cinta, podrás colgar tu reno de Navidad en el árbol o en otro lugar de la casa para colaborar con la decoración.
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Vía e imágenes: Manualidades y reciclaje
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