Hace tiempo que deseaba dedicar espacio al Macramé. Entiendo precisamente muy oportuno hacerlo ahora, pues dentro de pocos días comenzaremos a planificar algunos regalos y esta puede ser una excelente opción.
Simplemente observa este precioso collar cuya imagen hemos tomado de artesanum.com, y comprenderás a qué me refiero. Aprender a trabajar en macramé significará acceder a la posibilidad de fabricar una variada gama de objetos que podrás lucir, obsequiar e incluso vender. En tiempos de crisis, esta podría constituirse una interesante fuente de ingresos para ti.
Comencemos por la historia. Se cree que la palabra ‘macramé’ es de procedencia árabe pues posiblemente el nombre de “Migramah” (cuyo significado en nuestro idioma equivale a flecos anudados) sea de donde ha salido la palabra afrancesada de macramé.
Esta suposición de ve además bastante reafirmada en el hecho que trabajar en macramé, básicamente consiste en trabajar simultáneamente con varias hebras de hilos que se anudan entre sí a modo de enrejados.
De hecho, esa es una definición – si bien simple – bastante acertada de la técnica que comenzaremos a desarrollar a lo largo de varios post en los próximos días.
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