
Un palo de lluvia, también conocido como palo de agua, es un tubo hueco que se rellena con piedras u otros materiales y en cuyo interior se clavan diversos “obstáculos”. De este modo, cuando se inclina el tubo, las piedras caen y van golpeando contra dichos obstáculos, generando un ruido que se parece al que hace la lluvia cuando cae.
Con esta manualidad te proponemos hacer tu propio palo de lluvia para que utilices como instrumento de percusión o generes efectos de sonido. Existen varias maneras de hacer este trabajo, aunque todas comparten la misma esencia: necesitamos un tubo que podamos rellenar con algún tipo de material que haga ruido.
Puedes crear tu palo de agua, pues, con un tubo largo de cartón. Puedes usar el rollo que viene con el papel absorbente de la cocina, por ejemplo. Una vez que tengas el tubo, tendrás que atravesarlo con clavos o palillos.
Una posibilidad es pegar cinta adhesiva a la manera de espiral para tener un patrón y saber dónde clavar los obstáculos. Si escoges clavos, tienes que atravesar el cartón con cuidado, evitando que se rompa. Si prefieres los palillos (también denominados mondadientes o escarbadientes), necesitarás hacer primero el agujero con ayuda de un punzón y después atravesarlo.
Hecho esto, llega el momento de rellenar el palo de agua. ¿Algunas ideas? Pequeñas piedras, semillas de distintas clases, lentejas, guisantes, arroz… Primero debes tapar uno de los extremos (pegando un trozo de cartulina o cartón) y después volcar las piedras o semillas. Cuando ya hayas completado el relleno, cierra el extremo que estaba abierto.
Puedes cubrir los extremos con globos (cortándoles un poco el cuello) para mejorar la resistencia del palo de lluvia. Para el final sólo quedará la decoración, que puedes realizar forrando el tubo con papel decorativo y pegando plumas, lana de colores, lentejuelas u otros accesorios.
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Imagen 1 Flickr CC adaptingtoscarcity
Imagen 2 Flickr CC hoyasmeg
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