Antes de seguir adelante, te invito a releer la primera parte de esta propuesta, con el fin de que continúes trabajando exactamente en el punto donde habíamos terminado. Te recuerdo que la idea es confeccionar unos individuales muy personalizados, que incluyan pequeños diseños en punto de cruz.
Llegó el momento ahora, de cortar el friso en tela para punto cruz. Sus medidas deben ser de 10 cm de alto por 50 cm de ancho. Te propongo el diseño que puedes ver en la imagen de portada. La idea es que puedas imprimirlo o sustituirlo por alguno que se adapte más a la situación en que hayas elegido estrenar esta manualidad; por ejemplo si fuera un cumpleaños infantil, deberías usar motivos afines.
Una vez determinado el diseño, tienes que copiarlo con carbónico lavable a la tela y posteriormente deberás proceder a bordarlo a 3 cm de alto. Ten la precaución de que cada punto cruz represente un cuadradito de la retícula dada; borda el motivo sobre un bastidor con hilo perlé de tres hebras.
Para el armado, sobre una superficie lisa, coloca la faz del lado reverso del individual con el revés a la vista; superpón las piezas de guata y, a continuación, la faz superior de la tela con el derecho a la vista. Hilvana todas las capas juntas. Realiza un orillo de 1 cm. en el margen inferior del friso bordado; cose con pespunte sobre el individual. A continuación efectúa el ribete con una tira al bies de 1,70 m. de largo.
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