Los estantes colgantes permiten almacenar y lucir todo tipo de objetos, desde libros hasta adornos pasando por fotografías y productos coleccionables. Lo habitual es que se destaquen las cosas exhibidas y no el estante en sí mismo. Una estantería invertida, en cambio, modifica esta realidad ya que nos lleva a prestar atención al mueble.
Imagina una estantería donde los objetos parezcan estar suspendidos en el aire. La lógica indicaría justo lo contrario, pero aquí el estante es algo así como un techo. ¿Cómo lograr esto? Sólo necesitaremos unos pocos materiales para desarrollar un efecto visual sorprendente.
El secreto está en contar con cintas elásticas y grapas. Los libros o los objetos que deseemos lucir estarán, en realidad, enganchados en un elástico, pero a simple vista parecerán estar flotando sin ningún soporte.
Para construir esta estantería invertida, primero necesitas una tabla de madera. Esta tabla será el estante propiamente dicho. Después busca cintas elásticas y, con una engrapadora, adhiérelas a la madera. La idea es poder estirar el elástico y sujetar los objetos con él, de manera que no se caigan al estar dados vuelta.
Lo mejor es utilizar la estantería invertida como biblioteca. Los libros tienen el tamaño suficiente para poder ser sujetados por el elástico. Además, en el peor de los casos, si se caen al piso no se romperán. Cuando ya tengas los elásticos adheridos a la tabla de madera, el último paso para completar esta manualidad es fijarla a la pared con dos soportes que sean bien resistentes.
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Vía e imágenes: Instructables
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