Observa con atención esta imagen que hemos encontrado en adrianalondero.com. Es un bellísimo ejemplo del tema que comenzamos a abordar en nuestro post anterior, referido a los cuadros con relieves o cuadros 3D.
Como planteábamos en dicho post, un buen comienzo es optar por una imagen o cuadro que nos guste y ya tengamos al cual, con buen gusto y materiales adecuados, podemos dotar de texturas, relieves y sombras, lo que le otorga un porte y efecto muy impactante, por cierto.
Por ejemplo, en el caso que vemos en la imagen, ésta tenía un fondo al cual se le adosó una figura de yeso, enteramente 3D y luego se trabajó para matizar bordes y tonalidades, de modo que la transición entre fondo y figura quede lo más natural posible.
Por mi parte muchas veces he hecho este tipo de cuadros con relieve utilizando todo tipo de materiales naturales como hojas secas, o arbustos secos de porte erguido, los cuales he tratado con barniz protector, de modo que no se descompongan ni formen hongos.
A esto, puedes sumar muchos elementos, tales como tejido, hilos, lanas y telas. Las telas muy rústicas tales como lino o similar quedan realmente muy bien.
Son pocas las recetas específicas que podría darte; en realidad la propuesta es bien genérica y tomará forma una vez que tú aportes tu toque personal y estético, de la mano de materiales que sean compatibles con la temática del cuadro. Por ejemplo, no siempre nos imaginamos tela en un paisaje, pero hace poco vi el retrato de una dama antigua, donde el único elemento con relieve era su sobrero de ala ancha y quedaba increíblemente real y bello.
Anímate a experimentar, es mi mejor consejo.
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