Los dibujos animados son parte de la infancia de cualquier niño. Todos crecimos viendo caricaturas, aunque de características muy diferentes. El desarrollo tecnológico ha generado grandes cambios: los actuales dibujos digitales se parecen muy poco a los antiguos trabajos artesanales. Si quieres revivir algo de la magia de las primeras caricaturas, te enseñaremos a crear un dibujo animado.
Sí, aunque suene muy complicado, puedes desarrollar tu propia historia animada. No necesitas grandes conocimientos ni demasiados materiales. Tampoco hace falta ser un gran dibujante: alcanza con que tengas de inventar algún personaje y dedicar algo de tiempo al dibujo.
Puedes crear tu propio dibujo animado de varias formas. Lo que necesitarás básicamente son varias hojas de papel que puedas pasar con velocidad, es decir, hacer que se sucedan unas a otras con rapidez. Lo ideal es utilizar una libreta o un anotador, aunque también puedes tomar varias hojas sueltas y abrocharlas o pegarlas de un extremo.
Toma, pues, una libreta y realiza tu dibujo en la primera hoja. Después, copia o calca ese dibujo en la segunda hoja, aunque con una salvedad: incluye algún cambio que represente un movimiento respecto a tu primera creación. Por ejemplo: si en la primera hoja has dibujado un niño pateando un balón, en la segunda hoja dibuja el balón un poco más lejos para representar el impulso que le ha dado el niño.
Continúa dibujando en las hojas sucesivas hasta que hayas completado tu historia o tu escena. Para crear un dibujo animado con estas hojas, no tienes más que pasarlas con velocidad. Pese a que se tratan de dibujos aislados, las imágenes que se suceden muy rápido terminan construyendo una continuidad ante nuestros ojos, ya que el cerebro reacciona a los mínimos cambios de los dibujos como si fuese movimiento.
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Imagen 1 Flickr CC Lee Inkul
Imagen 2 Flickr CC VFS Digital Design
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