Antes de comenzar es imprescindible que tengas en cuenta ciertos consejos a la hora de elegir la pieza en la cual vas a trabajar.
Te damos una serie de ejemplos:
1. YESO
Existen diferentes calidades. Una pieza demasiado liviana y esponjosa que, al presionarla con la uña, se hunde, delata exceso de agua en la fórmula utilizada. Conviene evitarla ya que se rompe fácilmente. Un buen yeso debe ser duro y liso, con los detalles del motivo bien definidos.
2. YESO ALABASTRO
Es la piedra de yeso molida y calcinada; dura y fácil de reconocer por su tono amarillento. También se lo denomina “alabastro yesoso”. Pertenece a una variedad de yeso compacto y trasluciente.
3. RESINA
Piezas sólidas y de gran resistencia. Se pueden lijar y pintar pero no necesitan sellado, excepto que la técnica empleada lo requiera. Ideales para utilizar en apliques y molduras.
4. BIZCOCHO CERÁMICO
La cerámica es una denominación común a todos los elementos que se fabrican a distintas temperaturas (loza, terracota, porcelana…).
Un buen bizcocho cerámico tiene que poseer un índice de absorción bajo con respecto a la pintura.
Para tener en cuenta antes de adquirir una pieza de bizcocho cerámico:
- La superficie no debe ser porosa.
- Partes bien distinguidas y marcadas.
- Evitar las que tienen grumos. De lo contrario, eliminarlos con una lija.
- Descartar los cuadros cuyos formatos estén torcidos.
- La pieza no debe presentar parches ni grietas.
- No tiene que ser pesada ni desgranarse con facilidad.
- Al golpearla con los dedos, debe sonar como una campana; si es demasiado grave, significa que está cruda.
- El bizcocho no se raya con facilidad y las piezas suelen ser huecas.
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