Realizar manualidades con semillas es todo un desafío que vale la pena intentar. Es posible decorar y armar todo tipo de artesanías, que adquieren un toque diferente y autóctono; en mi opinión, de hecho muy personalizado.
Los objetos que puedes llegar a realizar son de variada índole: desde adornos, como es el caso precisamente de estas esferas que puedes observar en la imagen de Yecan (vale la pena mirarlas con atención, pues podrían ser tus nuevos adornos de Navidad) hasta objetos de uso cotidiano, como cajas alhajeros, etc.
Tres son los factores que importan a la hora de decidirse a trabajar con esta materia prima:
- Contar con semillas variadas, limpias y bien conservadas.
- Tenerlas clasificadas por tamaño, color y calibre.
- Contar con buen gusto y sentido estético suficiente para disponerlas armónicamente en el decorado en cuestión.
Me interesa detenerme en el primer factor, pues es esencial, al punto de que si no lo respetas, una semilla “viva” podría cambiar de tamaño (e incluso aunque no lo creas, en condiciones de temperatura y humedad compatibles, podría dar pequeños brotes) llegando a estropear por completo la más linda de las manualidades.
Las semillas deben estar limpias, y haber sido conservadas un buen tiempo en condiciones 100% secas y con escasa luminosidad. Debe quedar claro que no hablo de oscuridad total, sino de escasa luz. Una vez que tienes la certeza de que están aptas, todo lo que necesitas es un adherente adecuado a la superficie que vas a tapizar con ellas, y es recomendable trabajar con pinzas para colocar las semillas con mayor acierto.
De allí en más, sugiero dar rienda suelta a tu buen gusto y creatividad. Lograrás diseños bien interesantes y objetos preciosos que incluso podrían ser obsequios para tus seres queridos en la próximas fiestas. No dejes de comentarnos tus avances, nos gratificará saber que aprovechas las ideas que aquí compartimos.
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